Evaluando el entrenamiento interno



Por Erle Montaigue.


Muchas personas se peguntan si avanzan en la práctica del tai chi chuan. Si los progresos son los
esperados, si los movimientos se ejecutan correctamente. A pesar de que cada practicante avanza a su
propia velocidad, detallo a continuación, algunas sensaciones que se pueden sentir en el progreso de la
práctica.

La energía que fluye por el cuerpo: una sensación sorprendente y difícil de describir. No importa que
uno esté enfermo o estresado, cuando comienza la práctica de tai chi chuan siente una gran vitalidad.

El cuerpo pareciera moverse solo: esto es una manifestación de la energía fluyendo por el cuerpo.
Cuando la misma se circula libremente, el cuerpo se mueve espontáneamente sin cortes ni explosiones.

Arriba es liviano, abajo es pesado: cuando fluye la energía hacia la cabeza, ésta es liviana y brinda una sensación de estabilidad ya que el estado del cuerpo es equilibrado, con yin abajo y yang arriba. En este estado el cuerpo se siente enraizado aun en las posturas de una sola pierna.

Distinguir entre el yin y el yang de los pies y de las manos: el flujo de energía causa que los pies sean
independientes entre sí, asimismo las manos. Durante la práctica el cuerpo cambia interna y externamente entre el yin y el yang y este cambio llega a las extremidades.
Cambiar de círculos a cuadrados y viceversa sin esfuerzo: las manos se mueven siempre en círculos,
los pies se mueves en círculos y en cuadrados. Eventualmente no habrá diferencia entre ambos dada la
perfección y fluidez de los movimientos.

Golpear utilizando “sung”: la definición más cercana a “sung” es relajación. Cuando uno se mueve sin
sentir las articulaciones moverse, se mueve desde la relajación. La energía se hunde en el dantien y el
peso del cuerpo se lleva hacia la tierra desde donde surge el poder del golpe.

Conectar el cuerpo con el movimiento de la energía: si una parte del cuerpo se mueve, entonces todo
el cuerpo se mueve. Moverse como unidad implica conectar la cadera con los hombros, los codos con las
rodillas y los tobillos con las muñecas.

Suavidad por fuera, dureza por dentro: esto implica flexibilidad sin rigidez. La fortaleza interna causa el movimiento de la energía, armonizando el movimiento del cuerpo con la suavidad externa.

Sentirse como felino moviéndose lentamente hacia el ataque de una presa: esta idea expresa como debe ejecutarse la Forma, lo que implica darle personalidad a cada movimiento en el cuerpo. La ejecución es lenta pero definida y fuerte.

Sentir las ondas: la energía que surge desde el dantien hacia el pecho y los brazos en cada movimiento. Al principio las ondas son grandes y notorias, a medida que avanza la práctica se van haciendo pequeñas imperceptibles para el exterior, potentes en el interior.

La energía es calma pero explosiva: la Forma es como un gran río que fluye tranquilamente enalgunas partes, y ferozmente en otras. En determinados momentos la energía explota y el cuerpo descargasu gran poder, luego el movimiento vuelve a ser calmo y pasivo.

Lograr el poder de desdoblarse: en el ataque deben existir ambas fuerzas, centrífugas y centrípetas,
dada la naturaleza del yin y el yang. Cuando se ataca es necesario tener en mente la retirada para
recuperar la energía para luego contraatacar.

Sacar el golpe desde el centro: el centro es la columna, los brazos dependen de ella. Cuando la columna gira, también lo hacen los brazos, conectados internamente con la misma. El poder debe venir de la columna, golpear sólo con los brazos es golpear sin poder.

Caminar es yin y yang: ser consciente de que cada paso es yin o yang en relación al otro pie. Es en la
caminata donde esta la base del tai chi como cambio interno.                                                                      

Artículo original:
“To Evaluate Your Internal Training” por Erle Montaigue

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