Por Marcela Thesz.
Cada movimiento de tai chi
chuan o qi gong tiene sus propiedades terapéuticas (y marciales en el caso
del tai chi chuan) y
focaliza en la energía de diversas maneras. Partiendo de la base filosófica de
estas
disciplinas, los
movimientos en primer lugar son yin o yang, es decir activos o pasivos, de
ataque o
defensa, expansivos o
contractivos. En segundo lugar los movimientos se corresponden con la energía
de
un elemento (tierra, fuego,
madera, agua, metal) y por ende con los meridianos y órganos asociados.
Adicionalmente, los
movimientos están relacionados con los dantien o centros energéticos principales
del cuerpo humano postulados por filosofía china. Estos centros energéticos son
tres y están ubicados entre los meridianos vaso gobernador y vaso concepción.
El dantien superior,
ubicado a la altura del entrecejo (en el punto del tercer ojo) gobierna el pensamiento
y la conexión del ser humano con el cielo. El equilibrio del dantien superior
nos permite pensar libremente, ser creativos, tener consciencia de nuestros
actos y capacidad de juicio. El exceso o falta de energía en este centro
energético causa desde dolores de cabeza hasta problemas psíquicos.
El dantien medio, ubicado
en el centro del pecho (punto 17 de vaso concepción) se asocia con las
emociones, la concepción de uno mismo, la capacidad de ser, la autoestima y el
ego personal. El desequilibrio de este centro energético nos lleva a ser emocionalmente
irracionales, a través de excesos, enojos, ansiedades, miedos o angustias. El
egocentrismo y los problemas asociados a la baja autoestima también están
relacionados con bloqueos energéticos en el dantien medio.
El dantien inferior está
ubicado unos cuatros dedos debajo del ombligo y en el mismo se encuentra
almacenada la energía vital.
Este dantien nos conecta
con la tierra, su equilibrio permite el enraizamiento y está relacionado con la
fortaleza de las decisiones que tomamos, la dirección de nuestra vida y la
atención a uno mismo. Bloqueos en este centro energético pueden llevar a
cometer los mismos errores una y otra vez, a ser volátiles, despistados y
sentirnos perdidos.
Aunque todos los movimientos
buscan equilibrar los tres centros energéticos, aquellos que enfatizan el
trabajo de la cintura y
respiración abdominal trabajan principalmente sobre el dantien inferior. Los
movimientos que focalizan
en la apertura del pecho y el trabajo de las escápulas y respiración inversa
están más relacionados con
el dantien medio. Los movimientos que trabajan sobre el cuello y cervicales
y aquellos en los que los
brazos se elevan por encima de la cabeza permiten equilibrar el dantien superior.
Tener los tres dantien
llenos de energía y en equilibrio nos permite estar conectados con el cielo y con
la tierra siendo conscientes de estar aquí y ahora, en el medio.
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